El que todos estén hablando de “Fondos Buitre”, “Default o incumplimiento”,
“Bancos acreedores”, etc, me trajo a la memoria una anécdota laboral que me
tocó vivir en una dura negociación con entidades financieras del exterior. La empresa estaba solicitando un préstamo de
algunos millones de dólares para financiar un proyecto importante. Las negociaciones habían durado unos meses, y
ya se había llegado a acuerdos respecto a las principales cláusulas: monto del
préstamo, plazo de repago, comisiones, tasas de interés que regirían, intereses
punitorios, información periódica para presentarles, constitución de garantías,
etc. Se acercaba el momento de la firma.
Como pendiente importante, solo faltaba establecer los “Events of default”, o
“Hechos de incumplimiento”. Se conocen
así a los hechos que se establecen en el contrato de préstamo, de tal gravedad
que, en caso de suceder, provocan la obligación de cancelar el saldo del
préstamo todo junto y de inmediato, aunque falten años para su vencimiento
final, y que uno venga pagando las cuotas acordadas. Llegó el día. Confiábamos
que íbamos a recibir una lista razonable, considerando que la empresa era
solvente y había otorgado garantías suficientes. Nos equivocamos.
La lista
contenía 26 (sí, veintiséis) potenciales hechos de incumplimiento de todo tipo.
Si el beneficiario del préstamo cambiaba de accionistas, si la inflación anual
o la devaluación fueran mayores a cierto porcentual, si hubiera restricciones
cambiarias, y así sucesivamente seguían las primeras 25 cláusulas. Pero lo más
interesante se escondía en el Hecho de incumplimiento N°26. Decía algo así como:
“Cualquier otro hecho pasado, presente o futuro, que esté, o no, bajo el control
de la empresa, previsible o imprevisible que, a juicio del banco, pueda ser
considerado un event of default (hecho de incumplimiento)”. Nos pusimos “como
locos”. Ante esa ridícula y absurda cláusula, nos retiramos no sin antes
decirles: ¿Para qué pusieron las primeras 25 cláusulas, si la cláusula 26
abarca la totalidad de las posibilidades del universo? Estarían incluidas la posibilidad de que un meteorito caiga justo en medio de nuestra empresa, que la tierra vuelva
a la era del hielo, que la rotación de la tierra sea para el otro lado, que
desaparezca el dólar y todas las otras monedas y se vuelva al trueque, que una
nueva inundación cubriera el planeta y solo se salve una pareja de cada especie
en un arca, o que un virus informático destruya todas las computadoras y celulares existentes, etc., etc.
Los del banco se llevaron el tema para discutir con su casa matriz.
Finalmente recapacitaron, quitaron…. la cláusula 26, y mantuvieron las 25
primeras.
Durante los cinco años que duró el préstamo, afortunadamente no hubo hechos
de incumplimiento, ni tampoco volvieron a aparecer los dinosaurios sobre la faz
de la Tierra como en Jurassic Park, en cuyo caso, seguramente los banqueros sobrevivientes
nos hubieran aplicado la cláusula más restrictiva.
El préstamo está totalmente pagado.
Ahora la empresa prefiere autofinanciarse.
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